Si fuera más
guapa y
un poco más lista, si fuera especial, si fuera de revista
Tendría el
valor de cruzar el vagón y
preguntarte quién eres.
Te sientas en
frente y
ni te imaginas que llevo por ti mi falda más bonita y al verte lanzar un bostezo al cristal se
inundan mis pupilas.
De pronto me miras, te miro y suspiras. Yo cierro los ojos tú apartas la vista, apenas
respiro me hago pequeñita y me pongo a temblar.
Así pasan los días de lunes a viernes como las
golondrinas del poema de Becker de estación a estación en frente tú y yo, va y
viene el silencio.
De pronto me miras, te miro y suspiras. Yo cierro los ojos tú apartas la vista, apenas
respiro me hago pequeñita y me pongo a temblar.
Y entonces ocurre, despiertan mis labios,
pronuncio tu nombre tartamudeando. Supongo que piensas qué chica más tonta, me quiero
morir.
Pero el tiempo se para Y te acercas diciendo yo
no te conozco y ya te echaba de menos. Cada mañana rechazo el directo y elijo
este tren.
Y ya estamos llegando, mi vida ha cambiado, un
día especial este once de marzo. Me tomas la mano, llegamos a un túnel, que
apaga la luz.
Te encuentro la cara gracias a mis manos. Me
vuelvo valiente y te beso en los labios. Dices que me quieres y yo te regalo el
último soplo de mi corazón.